Pasé 5 noches en el Mantarraya Outpost y fue una experiencia maravillosa. Luisa siempre estaba atenta, los desayunos eran deliciosos y cada día traían algo diferente. Las habitaciones son muy cómodas y el ambiente es acogedor. Sin duda, volveré. ¡Gracias, Luisa!

No puedo creer la falta de atención en el Mantarraya. El aire acondicionado no paraba de funcionar debido al calor insoportable por las ventanas que no cerraban bien. Además, el baño sin puerta es simplemente inapropiado. Un hotel así debería ofrecer algo especial, pero ni siquiera recibí un gesto de cortesía. Casi escribo una buena crítica, pero no pude.

La decoración de la habitación es cuidada y tiene buen gusto. La limpieza resalta, se siente la atención al detalle.

El aislamiento de las habitaciones es deficiente. Las ventanas superiores no cierran bien, lo que permite que entre mucho calor, lo que obliga a usar aires acondicionados continuamente. Además, el baño no tiene puerta, lo cual puede causar incomodidad con los olores y ruidos. No cambiaron las toallas en tres días, aunque se podía solicitar si se necesitaban.

1) Desayuno delicioso
2) Atención excepcional
3) Habitaciones cómodas

1) Espacio común pequeño

Los desayunos son una locura! Cada mañana me esperaba una delicia diferente que me hacía sentir en el paraíso. La habitación es súper cómoda y decorada con mucho gusto, y el trato de María Luisa es simplemente excepcional. Te hacen sentir como de la familia.

Aunque el baño tenía un poco de olor a drenaje y la colchón era un poco incómodo, disfruté mi estancia. La cama podía haber sido mejor, pero la calidez del lugar lo compensó todo.

El lugar tiene un ambiente increíble con habitaciones modernas y un jardín relajante. Me sentí como en casa.

estaba como en casa, no me puedo quejar

Decoración cuidada, ambiente acogedor, estilo hippie chic

La ventilación necesita mejora, el calor se siente demasiado por las ventanas que no cierran bien!!! El baño sin puerta es incómodo y no permite privacidad. Considerar cambiar las toallas más a menudo ayudaría.

Recomiendo para parejas buscando una experiencia única

La experiencia fue increíble, realmente me sentí como en casa. Luisa, la dueña, hizo un esfuerzo extra ayudándonos con un problema de alquiler de coche, lo que fue una gran ayuda en un momento difícil.

No fue barato, pero se aceptable.

La experiencia en Mantarraya Outpost fue increíble. El desayuno cada mañana era un festín, lleno de deliciosas sorpresas que realmente alegraban el día. La anfitriona, Luisa, se destacó con su atención al detalle, siempre dispuesta a ayudar y ofrecer recomendaciones. La habitación era moderna, extremadamente limpia y decorada con mucho gusto, lo que contribuyó a que me sintiera como en casa. Además, la proximidad al malecón permitió explorar fácilmente La Paz a pie.

El baño sin puerta fue incómodo y no ofreció suficiente privacidad. Además, la ventilación de la habitación no era la mejor, ya que el calor se sentía por las ventanas que no cerraban bien.

Las habitaciones son modernas y extremadamente limpias. La atención de Luisa fue excepcional, siempre dispuesta a ayudar y a dar recomendaciones. El ambiente es acogedor y se siente como en casa. 🌺😊

Nada que pueda mencionar.

el desayuno es un festín cada mañana para empezar bien el día. el espacio comun es muy pequeño y puede llenarse rápido.

Una experiencia inolvidable en La Paz

El ambiente acogedor y el servicio excepcional hicieron de nuestra estancia un placer. Luisa siempre dispuesta a ayudar, y el desayuno casero cada mañana, innovador y delicioso, superó nuestras expectativas. No olviden explorar los lugares cercanos, todo está a un paso.

Un lugar ideal para un viaje en La Paz con una buena relación calidad-precio. Luisa siempre estaba lista para dar recomendaciones sobre dónde comer y qué hacer, lo que hizo nuestra estancia mucho más fácil. No olvides disfrutar del desayuno, ¡es una delicia!